martes, 19 de marzo de 2024 00:14h.

¿Qué ha pasado en Táchira durante la segunda fase del Plan Zamora?; por Yorman Guerrero y Daniel Cáceres

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Daniel, de 18 años, se presentó ante Virginia Vivas, alcaldesa del municipio Córdoba, del estado Táchira, la mañana del jueves 18 de mayo. Conversaron cerca de 10 minutos en la manifestación organizada por los habitantes de la ciudad dormitorio de Santa Ana del Táchira para repudiar los saqueos a más de 60 locales comerciales el día anterior. “Me habló de sus aspiraciones. Se acercó para mostrar su apoyo por la manifestación de ese día. No lo había visto antes, aunque vivíamos cerca”, dijo Vivas. 12 horas después del encuentro una bala impactó en la cabeza de Daniel. Falleció la madrugada del viernes 19 de mayo.

Fotografía de la Gobernación Bolivariana del Táchira

Fotografía de la Gobernación Bolivariana del Táchira

“Hola, alcaldesa, mi nombre es Daniel Rodríguez, estudio primer año de Derecho en la Universidad Católica de Táchira. ¡Seguimos en la lucha, de esta vamos a salir!”

Daniel, de 18 años, se presentó ante Virginia Vivas, alcaldesa del municipio Córdoba, del estado Táchira, la mañana del jueves 18 de mayo. Conversaron cerca de 10 minutos en la manifestación organizada por los habitantes de la ciudad dormitorio de Santa Ana del Táchira para repudiar los saqueos a más de 60 locales comerciales el día anterior. “Me habló de sus aspiraciones. Se acercó para mostrar su apoyo por la manifestación de ese día. No lo había visto antes, aunque vivíamos cerca”, dijo Vivas. 12 horas después del encuentro una bala impactó en la cabeza de Daniel. Falleció la madrugada del viernes 19 de mayo.

Dos días antes, el miércoles 17 de mayo, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, había anunciado la activación de la segunda fase del Plan Zamora, con el envío de 2.000 uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y 600 tropas de operaciones especiales a Táchira, en respuesta a supuestos ataques de manifestantes opositores contra instalaciones militares y policiales en el estado fronterizo con Colombia.

El mismo día del anuncio de Padrino fueron asesinados en las protestas José Guerrero de 15 años y Manuel Castellanos de 46. Dos días antes murieron Luis Alviárez de 18 y Diego Hernández de 32, también en manifestaciones. Ellos, junto a Paola Ramírez, de 23 años, engrosan la lista de seis fallecidos desde el inicio de las revueltas en el estado andino. La Fiscalía contabiliza 47 muertos en 50 días de protestas en todo el país.

En el caso de Daniel Rodríguez, el primer informe del Ministerio Público apunta que al estudiante universitario le dieron un disparo en la región cefálica mientras se encontraba afuera de su residencia en la Urbanización Venecia, en la avenida principal de Santa Ana, cuando un grupo de motorizados que transitaba por el lugar comenzó a disparar. Fue trasladado al Hospital Central de San Cristóbal, donde falleció horas después. Vivas relató que cerca de las 10:30 de la noche llegaron los primeros mensajes por WhatsApp donde alertaban que un joven había sido herido y que la ambulancia tardaba mucho tiempo en llegar. “No le di mucha importancia porque por allí corren muchos rumores. Al rato me enteré de que había sido Daniel, a quien conocí en la manifestación”.

Esa noche se fue la luz en varios sectores de Santa Ana. Los vecinos se organizaron en grupos de mensajería instantánea para avisar la presencia de motorizados, quienes el día anterior habían sembrado el terror en la ciudad. Algunos decidieron salir a las calles de sus urbanizaciones para armar barricadas con basura y alcantarillas para protegerse de posibles ataques de los grupos armados. En 48 días de protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro, esa fue la primera vez que la ciudad de casi 40 mil habitantes salía a manifestar su descontento.

“Ese jueves renació la ciudadanía en Córdoba. Afloró la comunidad”, dice Vivas, quien cree que el asesinato de Daniel fue la respuesta de grupos violentos que se molestaron por la protesta cívica de los habitantes de esta Santa Ana del Táchira.

“El Plan Zamora en Córdoba no fue más que un cacareo. Aquí sólo se ha visto una tanqueta de la Guardia (Nacional Bolivariana). No se preocuparon ni siquiera por hacer cumplir el Decreto 511 del gobierno de Táchira que prohíbe la circulación de motos en la jurisdicción a partir de las 10:00 de la noche”, denunció Vivas.

Vandalismo en San Cristóbal

Destrozaron todo. Cerca de las 2:30 de la madrugada del jueves 18 de mayo un grupo de hombres armados, a bordo de dos camionetas pick-up, llegaron a la sede de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira (Asogata) en la avenida Universidad, en San Cristóbal. Amarraron a los vigilantes de guardia, robaron lo que pudieron y quemaron lo demás. Las paredes blancas del recinto quedaron chamuscadas de negro por el fuego. El espacio de reunión de ganaderos y productores agropecuarios ahora es un cementerio de mesas y sillas rotas, papeles por doquier y lámparas y cables despegados. Lo único que quedó de pie fue una figura de yeso de la Virgen de la Consolación.

Fotografía vía Twitter

Fotografía vía Twitter

Un día después de la activación de la segunda fase del Plan Zamora, cuyo alcance no está definido en ningún documento oficial, San Cristóbal no estaba militarizada. Se divisaban dos puntos de control de la GNB en el centro de la ciudad donde requisaban a motorizados. Corría el rumor de que en la zona industrial de San Francisco, cercana a la Troncal 5, continuaban los actos vandálicos que comenzaron la tarde del martes 16 de mayo. Para el jueves la gente cargaba con lo poco que quedaba: puertas, ventanas, cables y techos de algunos locales.

Patricia Gutiérrez de Ceballos, alcaldesa de San Cristóbal, acusó a los cuerpos de seguridad nacionales y estadales de estar involucrados en los saqueos de principio de semana. “Pedimos apoyo al jefe de seguridad ciudadana del estado y la respuesta fue que ellos tenían a su policía prácticamente acuartelada”. Precisó que sólo 14 policías municipales fueron desplegados en la ciudad para evitar los asaltos de algunos comercios “Hay total omisión de estos organismos de seguridad”.

Testigos consultados por Prodavinci aseguran que civiles armados violentaron las cerraduras de varios comercios, los abrieron e iniciaron los saqueos. Después habitantes de las comunidades cercanas terminaban de robar. “Llamamos a Politáchira, al 171 y a los teléfonos de la Guardia. En unos números no contestaron y los que atendieron no aparecieron en el lugar. Es como si hubiesen tenido la orden de no intervenir”, denunció uno de los comerciantes que prefirió mantenerse en el anonimato.

Galpones de la Zona Industrial de San Cristóbal fueron quemados - Fotografía de Daniel Cáceres

Galpones de la Zona Industrial de San Cristóbal fueron quemados – Fotografía de Daniel Cáceres

En San Cristóbal la dinámica cotidiana es diferente desde el inicio de las manifestaciones. Desde principios de abril la ciudad amanece interrumpida con restos de barricadas de la noche anterior. En la mañana bancos y calles se llenan de personas que hacen diligencias. Los comerciantes abren sus locales hasta el mediodía por el temor a los saqueos registrados desde el 16 de mayo. Desde ese día controlan la entrada de compradores, en algunos casos con las santamarías entreabiertas. Luego del anuncio del ministro Padrino López, San Cristóbal es otra a partir de las 2:00 de la tarde: calles vacías, negocios cerrados y urbanizaciones atrincheradas tras barreras improvisadas.

Tampoco hay transporte público. Desde el 10 de mayo el Sindicato de Transporte del estado Táchira suspendió sus actividades, debido al secuestro de una decena de autobuses en la parte alta de la capital. En respuesta al paro de los transportistas, el gobernador José Gregorio Vielma Mora, advirtió a través de su cuenta Twitter que suspendería el suministro de combustible en las estaciones que surten exclusivamente a unidades de transporte. “Realizaremos un mantenimiento indefinido en 14 estaciones de servicios dedicadas a surtir de combustible al transporte público y como no habrá transporte, no tiene sentido abrirlas”, escribió el mandatario local. Como alternativa, camiones tipo 350 cargan pasajeros en sus plataformas para movilizar ciudadanos. Los servicios de taxis funcionan con restricciones: evitan ir a zonas donde las revueltas han sido constantes.

Al ofrecer un balance de las primeras horas de la segunda fase del Plan Zamora, el jefe de Región de Defensa Integral Los Andes, mayor general José Temístocles Morantes Torres, informó que despejaron 240 kilómetros de vialidad y levantaron más de 1.200 toneladas de escombros. 45 gandolas de gasolina y gasoil ingresaron a San Cristóbal para abastecer las 36 estaciones de servicios del área metropolitana.

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