Uno de los tuits más celebrados en estos días en Venezuela reza más o menos así: “Me imagino a los europeos celebrando el fin de 1938, diciendo ‘fue un año de mierda’”. No solo es que 2016 es el peor año que recuerdan los venezolanos en su historia, sobre todo en lo económico (no hay estadísticas de un descalabro como el de este año que termina no solo en Venezuela, sino, probablemente, enLatinoamérica) sino también en lo social y en lo político. Como bien decía el político opositor Henrique Capriles en una alocución el 30 de diciembre, “el año empezaba con una esperanza de transición política y termina con un chavismo debilitado, pero con una oposición que no se ha fortalecido”. Esto, por decir lo menos.
Otro objetivo del régimen fue crear la ‘boliburguesía’, porque la corrupción ellos no la ven como un delito
El régimen de Nicolás Maduro liberó en 2016 a 43 presos políticos; sin embargo el saldo del año es negativo, ya que encarceló a otras 56 personas por ser disidentes.
Un informe presentado por la ONG de derechos humanos Foro Penal Venezolano revela que en el país suramericano aún se encuentran tras las rejas 103 personas privadas de libertad por razones de índole político.